Las unidades neonatales y los servicios de ginecología y obstetricia van de la mano, por tanto, al cerrar uno de estos dos servicios, el otro se verá afectado.
Desde el año 2007, en Antioquia, se han venido presentando cierres de camas neonatales, a la fecha han sido cerradas siete unidades de atención neonatal: hospital Alma Máter de Antioquia (antigua clínica León XIII), clínica Sagrado Corazón, Comfenalco, clínica Las Vegas, Saludcoop, Procaren Caldas y clínica el Rosario sede Villa Hermosa.
De igual manera, ha cerrado servicios hospitalarios de pediatría este 2023: hospital Alma Máter de Antioquia (antigua clínica León XIII) y el hospital infantil Concejo de Medellín está en riesgo de cierre; sumado a esto se ha dado en los últimos años el cierre de servicios de maternidad, UCE y UCI neonatales en hospital Alma Máter de Antioquia (antigua clínica León XIII), ESE Marco Fidel Suárez, clínica el Rosario sede Villa Hermosa y el hospital San Vicente Fundación.
Causas del cierre de los servicios
El problema radica en que la atención de maternas, neonatos y niños no es tan rentable como los servicios de ortopedia, oncología, traumatología u otros servicios hospitalarios y en gran parte los gastos de los servicios materno infantiles son subsidiados por los demás servicios, yendo en contravía de la mercantilización de los servicios de salud generada por la ley 100 a partir de la cual las IPS se consideran unidades de negocio, que deben mostrar resultados positivos y no pérdidas para poder mantenerse en el mercado; el desequilibro que se presenta entre los costos y la complejidad de los servicios que se ofrecen sumado a los altos costos de los servicios no establecidos en manuales tarifarios, hace que priorice la apertura de servicios de mayor rentabilidad a expensas de los servicios maternos, neonatales y pediátricos.
Estas razones son la causa principal del cierre que se ha venido presentado durante 15 años en servicios hospitalarios de maternidad, neonatos y pediatría, dejando en alta vulnerabilidad la población de gestantes de alto riesgo obstétrico, embarazos ectópicos, atenciones quirúrgicas por abortos, cirugías de ginecología y cesáreas, además de afectar la práctica hospitalaria del personal de salud al reducirse el número de centros de práctica.
Crisis en la atención
El cierre de estos servicios en diferentes IPS hace que otros centros de atención clínicos y hospitalarios no tengan la capacidad suficiente en talento humano, capacidad instalada, dispositivos y equipos, etc., para responder por la alta demanda de atención, llevando a generar hacinamientos, colapso de los servicios, deshumanización en la atención, largos tiempos de espera en la atención, aumentando el riesgo de incidentes, eventos adversos, morbimortalidad y dejando de lado la seguridad del paciente.
Esto genera que la accesibilidad y oportunidad de atención en los servicios materno-infantiles, cada vez sea más complejo, y ante el aumento en el flujo de pacientes en las instituciones que aún prestan el servicio, la alta demanda hace que se realicen procedimientos que pueden no ser los que la paciente requiera en el afán de “liberar” una cama o reducir el número de personas en espera, un ejemplo de esto puede ser una paciente a la que se le induzca el trabajo de parto mediante oxitocina, maniobras Kristeller, partos con fórceps o cesáreas no indicadas y altas de postparto antes de lo debido; haciendo que los índices de complicaciones madre-feto, infecciones nosocomiales y morbimortalidad materno neonatal aumenten, además de la fatiga y desmotivación del personal de salud y asistencial.
Todo esto lleva a entrever que a nadie le duelen las gestantes complicadas con alto riesgo de salud, los neonatos enfermos, ni los niños, y que todo el sistema de salud gira en torno al lucro y no a la salud ni la vida. Las clausuras de estos servicios son el reflejo de la poca visibilidad que tienen los niños y las gestantes en una sociedad “libre y próspera”, considerándolos un número más para facturar; las instituciones de salud han dejado de lado su misión socio humanística, ha convertido al paciente en cliente y a la enfermedad en mercancía, no priorizan la promoción y prevención porque para ellos es más rentable tratar la enfermedad.
Lo que está pasando actualmente nos hace encender alarmas y lanzar una petición salvavidas a la comunidad y a los entes de control internacionales con el fin de amparar los servicios materno infantiles de las instituciones, conservar sus derechos y velar por su bienestar en pro de una mejor sociedad.
Referencia: Causa raíz del cierre de servicios de maternidad y neonatal en Antioquia. (s. f.). https://www.udea.edu.co/wps/portal/udea/web/inicio/udea-noticias/noticias-opinion/!ut/p/z1/04_Sj9CPykssy0xPLMnMz0vMAfIjo8ziLSydjQwdTQx8DMxMzAwczQJMTM2N3I0DLY31w9EUeBuaGjgGugb4hfg7B7h4GelHEaPfAAdwNCBOPx4FUfiND9ePwmeFhYcRVIFfoKmroZGzgY-_p7GrQaCln2mAsbunkYm5MYYJmGFAyBUFuaGhEQaZnumOiooAWHrm_A!!/?1dmy&page=udea.inicio.udea.noticias.noticia&urile=wcm:path:/PortalUdeA/asPortalUdeA/asHomeUdeA/UdeA%2BNoticias/Contenido/asNoticias/Opinion/cierre-servicio-maternidad
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