El debate del “buen morir”, a pesar de ser un tema que no es para nada nuevo, sigue estando muy vigente, tanto en el mundo como en Colombia. Desde el punto de vista legal, hay términos que es importante tener claros para poder llegar a una posición al respecto.
El término Eutanasia (del griego Eu – thanatos, que significa “buena muerte”), hace referencia al actuar de otras personas para procurarle la muerte a un individuo, pero es el mismo paciente, quien, en el pleno uso de sus capacidades cognitivas, solicita que se le ayude a lograr este fin. Un ejemplo claro es la administración de un medicamento por parte del profesional de salud, que acabe con la vida del paciente, pero de una forma rápida, eficaz e indolora. En este punto, es importante resaltar que estas acciones se hacen en atención a la persona y de acuerdo con su voluntad, lo que establece la diferencia fundamental entre este término y el homicidio.
El suicidio asistido, por otra parte, hace referencia a la acción de una persona que sufre una enfermedad irreversible, de acabar con su vida, pero que cuenta con la ayuda de alguien más, que le proporciona los conocimientos y los medios para hacerlo. Si la persona que lo ayuda con este fin es el médico tratante, hablamos de suicidio medicamente asistido. En este escenario, podemos imaginarnos un paciente con una enfermedad terminal, dolorosa, que solicita ayuda para acabar con su vida. Su médico tratante le proporciona una bebida que contiene un medicamento que lo ayudará a morir, pero es el paciente quien la toma (aquí está la gran diferencia con la eutanasia), sabiendo que se la proporcionaron con ese objetivo.
En nuestro país, la eutanasia es legal desde 1997, pero tuvo que esperar hasta 2015 para convertirse en ley y desde entonces se han realizado 157 procedimientos. En cambio, el suicidio medicamente asistido fue despenalizado el 11 de mayo de 2022, convirtiéndose en la primera nación en la región de las Américas en permitirlo. En otros países del mundo, como Holanda y Bélgica, ambos procedimientos son legales y están normativizados desde hace varios años.
Otro término importante a tener en cuenta es homicidio por compasión, que ocurre cuando alguien provoca la muerte de un paciente, sin que la persona lo haya pedido y, por tanto, sin conocer tampoco su voluntad, pero actuando por compasión o piedad ante una situación de padecimiento muy grande, con la intención de hacerle un bien.
La limitación del esfuerzo terapéutico es un procedimiento que, dada la irreversibilidad de la enfermedad del paciente y aceptando la conveniencia de abandonar los tratamientos que tengan por finalidad prolongar la vida, se mantengan solo las terapias necesarias para garantizar al máximo, el bienestar del enfermo.
Teniendo claros los conceptos previamente mencionados, te invitamos a participar en estos tres casos de nuestro foro.
Bibliografía
– Álvarez A. Eutanasia y suicidio medicamente asistido, ¿cuál es el problema? Rev Invest Clin s C 2014; 66 (3): 282-287
– De Miguel C., López A. Eutanasia y suicidio asistido: conceptos generales, situación legal en Europa, Oregon y Australia. Med Pal. 2006; Vol. 13, pp. 207-215
– Suicidio medicamente asistido: en qué casos es legal y diferencia de la eutanasia. Disponible en:https://colombia.as.com/actualidad/suicidio-medicamente-asistido-en-que-casos-es-legal-y-diferencia-de-la-eutanasia-n/. Consultado el 07 de julio 2022.
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